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3 conceptos para entender el slow fashion

Sensibilización para algunos o oportunidades de marketing para otros, el slow fashion sigue dando que hablar desde hace varios años. Muchas empresas están surgiendo para ofrecer una forma diferente de consumir moda con un enfoque eco-responsable. Hoy te invitamos a conocer más sobre este principio del slow fashion y sus desafíos, y a descubrir 3 ejemplos concretos para comprenderlo plenamente.

¿Qué es la moda lenta?

El concepto de slow fashion comparte valores de consumo de moda razonado y sostenible y pone de relieve una conciencia global sobre cómo diseñar y comprar ropa. La idea es estar más alerta sobre el origen de los productos, los materiales utilizados para fabricarlos, las condiciones laborales de quienes los diseñan, etc.

Este concepto se opone al de fast fashion, que está implantado en el mundo desde hace mucho tiempo y que resulta en la importación de productos de menor costo, elaborados con materiales de baja calidad, con métodos de alto impacto ambiental y productivo. condiciones que a menudo son muy difíciles en los países de origen.

La moda lenta es parte de un movimiento más global llamado “vida lenta”. Este movimiento invita a todos a frenar, cuestionar los productos que consumen y adoptar un estilo de vida más sostenible. Esto puede incluir moda ecológica y productos cotidianos que forman parte de un enfoque eco-responsable, como los productos de lavandería ecológicos Mutyne.


Los desafíos de la moda lenta

La moda slow se basa en cuatro cuestiones principales. Algunas marcas de moda se basan en estos principios fundamentales para adoptar un enfoque eco-responsable global, otras integran parte de estas cuestiones para iniciar un cambio y transmitir estos nuevos valores a sus clientes.


producción razonada

En la moda rápida, la ropa se diseña en masa y se distribuye por todo el mundo. Esto requiere métodos de producción intensivos que tienen un impacto ambiental muy alto, incluidas importantes emisiones de CO2.

La moda slow tiende a reducir considerablemente el volumen de producción para limitar el impacto medioambiental y favorecer el consumo razonado, frente al consumo masivo.


Más producción local

Producir ropa en los cuatro rincones del mundo requiere una logística importante que, nuevamente, tiene un impacto significativo en el medio ambiente. Un vestido hecho en Asia puede así transitar por una decena de países y utilizar varios medios de transporte diferentes (avión, barco, camión, etc.) antes de llegar a Francia.

En el enfoque eco-responsable del slow fashion, las marcas de moda favorecen una producción más local con distancias más cortas para transportar los productos, sin escatimar en conocimientos técnicos. La ropa de tu armario se puede producir en Francia, Europa o el norte de África sin tener que viajar por todo el mundo.

Menos distancia significa también la posibilidad de controlar más fácilmente las condiciones laborales de quienes están en el centro de la producción de moda ecológica, para garantizar su calidad de vida en el trabajo y favorecer una remuneración más alta.


El énfasis en los materiales naturales.

De manera responsable, las marcas favorecen el uso de materiales naturales como el algodón o materiales reciclados. El objetivo es centrarse en recursos de calidad que tengan un impacto medioambiental limitado y que, por tanto, encajen mejor en el enfoque slow fashion.


Etiquetas para encontrar tu camino

¿Cómo saber si una marca adopta un enfoque ecorresponsable de calidad y no utiliza simplemente algunos argumentos de marketing para realizar un lavado verde? Para informarse, tenga curiosidad y conozca la empresa, sus compromisos, sus valores, etc. Algunas etiquetas también permiten conocer más sobre los procesos utilizados:

  • Oeko-tex: garantiza un contenido muy bajo o incluso nulo en sustancias químicas y nocivas (metales pesados, fenoles clorados, pesticidas, ftalatos, colorantes cancerígenos, etc.).
  • GOTS: garantiza la fabricación textil ecológica con un consumo razonable de agua y energía.
  • GRS: un referente que incluye exigentes criterios sociales, ambientales y técnicos y que promueve el uso de fibras procedentes de materiales renovables o reciclados.
  • BlueSign: este estándar promueve el uso de materias primas y productos sin riesgo para los artesanos, los consumidores y el ecosistema.

3 ejemplos de conceptos de moda lenta

Ahora que sabes más sobre la moda lenta y sus desafíos, aquí tienes tres ejemplos concretos que te ayudarán a visualizarla.


Ropa sostenible de Loom

El compromiso de la marca queda claramente reflejado en su sitio: “Nuestra ropa está diseñada para durar, no para seguir la última moda”. En Loom , la reflexión se realiza en varias etapas:

  • Identificar los puntos de fragilidad que empujan al consumidor a tirar su ropa (deformación, decoloración, formación de bolitas, etc.),
  • Reflexión sobre las soluciones a aportar y creación de prototipos,
  • Pruebas de prototipos en laboratorios independientes.
  • Producción de productos y encuestas para mejorar las gamas existentes gracias al feedback de los clientes.

En su enfoque, Loom implica claramente al consumidor y no busca revolucionar el diseño de sus creaciones, sino mejorarlas al máximo para ofrecer piezas duraderas. Camisetas, polos, camisas, jerséis, ropa interior… Encontrarás básicos de calidad hechos para durar.


Moda de segunda mano de Vestiaire Collective

El concepto de slow fashion no sólo se traduce en pura creación sino también en métodos que apuntan al reciclaje, la reutilización y la transformación. En este sentido, la moda de segunda mano juega un papel importante. La idea es sencilla: darle una segunda vida a la ropa comprándola a otros consumidores.

La empresa Vestiaire Collective es pionera en esta iniciativa y ofrece un concepto de consignación y moda de segunda mano en línea.


El bañador infinito de 1083 y Le Slip Français

La marca ecológica 1083 ha causado sensación desde su creación ofreciendo vaqueros y otras prendas fabricadas en Francia, utilizando materias primas de calidad procedentes de la agricultura biológica y con un fuerte compromiso con el uso de energías renovables en su producción. En 2021, 1083 unió fuerzas con la marca de ropa interior Le Slip Français , para ofrecer el primer bañador infinito. Un bañador 100% reciclado e infinitamente reciclable.

Reciclaje de vidrio, botellas de agua reutilizables, reciclaje de envases, residuo cero, moda lenta... Hay varias formas de adoptar un estilo de vida más eco-responsable sin que ello suponga una limitación. Tener conciencia y adoptar unos buenos reflejos a tu nivel ya es un primer paso importante.

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